lunes, 2 de noviembre de 2009

PUNTO DE INFLEXIÓN

Se acaban las vacaciones y, con ellas, el plazo que me di antes de empezar a plantearme qué es lo que quiero hacer con mi vida.

Ahora llega el momento en el que tengo que empezar a digerir las emociones de un mes tan intenso y en el que ya tengo que decidir los cambios que quiero hacer en mi vida, elegir las cosas que merece la pena guardar y separarlas de las que ya no me aportan nada e, incluso, me empiezan a estorbar.

Me espera un trabajo arduo, tengo que asegurarme de que tomo las decisiones correctas y eso me impone tanto...

2 comentarios:

Olga dijo...

Acertadas o no, lo que hay que hacer es tomar decisiones.
Hay que acertar y fallar. Porque eso significa que te mueves, que buscas, que arriesgas.
Lo peor es no hacer nada, dejar tu vida escapar.
No tengas miedo, al menos no tanto como para quedarte igual.

pon dijo...

Estoy con Lunares, no arriesgar es no vivir. No te veo yo dejando pasar apuestas.....