sábado, 10 de diciembre de 2011

MAQUEANDO EL PRESENTE

Llevo una temporada en la que mirar al futuro se está convirtiendo en una actividad angustiante. No termino de ver a dónde nos va a llevar tanto despropósito ni acabo de encontrar el camino menos tortuoso para llegar a una meta, que cambia constantemente de ubicación.

Por eso, vuelvo a armarme con mi cepillo y mi bayeta para mantener limpia la única realidad que me pertenece hasta nueva orden.

Tras leer el correo, tomar algunas notas para la reunión de EQUO del lunes y recoger la cocina, mientras el caldo de verduras burbujea en la cocina,y el tofu va tomando el sabor del adobo, sólo pienso en el Madrid-Barça de esta noche, en la ensalada de espinacas, champiñones y tofu que voy a cenar, en el libro de Almudena Grandes que me espera sobre la mesa de café y en una ducha caliente que me daré antes de irme a dormir. Este es el traje de sábado que le pongo al presente para olvidar un trabajo en el que cada vez creo menos pero que es mi único modus vivendi, una distancia que cada vez me resulta menos soportable y un futuro cada vez más incierto.