sábado, 27 de febrero de 2010

REENCUENTRO

He reconocido, por fin, mi imagen en el espejo porque, tras las lágrimas, mis ojos y mi sonrisa siguen siendo los mismos de siempre.
He vuelto a ver a esa niña desmañada y de andares desgarbados, que tropezaba al saltar a la comba, prefería leer a jugar con muñecas y aborrecía la sopa.
He saludado a esa joven huraña, que estudiaba escuchando a Queen y a Scorpions, se sentaba en Zocodover a observar a la gente, tenía más amigos que amigas y adoraba ir al cine sola.
Me he reencontrado con esa mujer enamorada, llena de sueños e ilusiones, y una mirada que se empaña de emoción cuando se vuelve hacia el sur.

Bienvenidas a casa. Os he echado tanto de menos...

viernes, 12 de febrero de 2010

12-F

Hoy es una fecha de las que no suelen venir en rojo en los calendarios y que tampoco tiene interés para los grandes almacenes. No es temporada alta, ni siquiera para las estaciones de esquí, y no recuerdo ahora mismo ninguna gran efeméride asociada a tal día como hoy. No es el cumpleaños de ningún ser querido y ni siquiera celebro hoy los meses que llevo saliendo con mi chica.

Pero hoy, hace siete años, dejé el ordenador de mi despacho encendido y el uniforme tirado encima de una silla antes de ir a recoger los resultados de una mamografía, creyendo que no iba a tardar más de una hora en volver. Pero no volví, al menos ese día.

Hoy, hace siete años, el ginecólogo me dijo que se veía claramente un tumor en la mamografía y que, dados mis antecedentes, se recomendaba una mastectomía. Como es natural, en ese momento se me cayó todo encima. No sabía si preocuparme por el tratamiento, por quedarme sin una teta o por cómo se lo iba a decir a mi madre, porque lo que tenía muy claro es que no me pensaba morir, así que, opté por lo que suelo hacer cuando hay algo que me desborda: echarme a llorar como una Magdalena.

Recogí todos los volantes para el preoperatorio, firmé todo lo firmable y salí de la consulta sin terminar de creerme todo lo que me estaba ocurriendo. Pero recordaba las palabras del médico intentando tranquilizarme: "se trata de un diagnóstico precoz, hay un buen pronóstico, quizás dentro de un par de años lo estés celebrando con champán".

Pues bien, precisamente, eso es lo que llevo haciendo todos los años desde ese "par de años después".

jueves, 4 de febrero de 2010

EL DINERO NO SE COME

Siguen sin darse cuenta de que el dinero no es un fin sino sólo un medio. 

El dinero puede pagar los mejores médicos pero no comprar la salud, puede sobornar a los jueces pero no limpiar las conciencias, puede conseguir maestros y libros pero no puede prostituir a la sabiduría, puede procurar un momento de diversión pero no la felicidad eterna, puede comprar favores pero no la amistad verdadera, puede pagar un buen polvo pero no el auténtico amor, puede alquilar el miedo pero no otorgar el respeto y, cuando es lo único que queda, ni siquiera se puede comer.

miércoles, 3 de febrero de 2010

CONFUSIÓN DE CONCEPTOS

"Hay que dejar atrás la boina y la mochila, y aceptar la energía nuclear"
(Pedro Castro, presidente de la FEMP)
.................................

Mucho me temo que ciertas personas no necesitan votar a la derecha para demostrar que son "tontos de los cojones" y Pedro Castro es una de ellas.

Rechazar la energía nuclear no es una catetada como insinúa el señor Castro, sino una muestra de responsabilidad por parte de quienes intentamos hacer lo posible por mantener un planeta en condiciones de habitabilidad dignas.

Como siempre, hay oscuros intereses detrás de toda tecnología no sostenible que se disfrazan de progreso y de preocupación por la ciudadanía, y consiguen sus propósitos a fuerza de falsas promesas de bienestar a corto plazo.

Pero no sólo son culpables quienes prometen lo que no piensan cumplir sino quienes se dejan embaucar por los mercaderes. Estas personas, que todo se creen y nada contrastan son los verdaderos catetos y tontos de los cojones.

lunes, 1 de febrero de 2010

ME LO EXPLIQUE...

¿Por qué, en la mayoría de los bares y restaurantes, por no decir en todos, los baños adaptados para personas minusválidas -cuando los hay, claro- están sólo en los servicios de señoras? ¿Acaso consideran que las personas minusválidas son seres asexuados o, peor aún, piensan que ser mujer es una minusvalía?