Siguen sin darse cuenta de que el dinero no es un fin sino sólo un medio.
El dinero puede pagar los mejores médicos pero no comprar la salud, puede sobornar a los jueces pero no limpiar las conciencias, puede conseguir maestros y libros pero no puede prostituir a la sabiduría, puede procurar un momento de diversión pero no la felicidad eterna, puede comprar favores pero no la amistad verdadera, puede pagar un buen polvo pero no el auténtico amor, puede alquilar el miedo pero no otorgar el respeto y, cuando es lo único que queda, ni siquiera se puede comer.
El dinero puede pagar los mejores médicos pero no comprar la salud, puede sobornar a los jueces pero no limpiar las conciencias, puede conseguir maestros y libros pero no puede prostituir a la sabiduría, puede procurar un momento de diversión pero no la felicidad eterna, puede comprar favores pero no la amistad verdadera, puede pagar un buen polvo pero no el auténtico amor, puede alquilar el miedo pero no otorgar el respeto y, cuando es lo único que queda, ni siquiera se puede comer.
1 comentario:
Más claro (y más cierto) ni el agua.
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