miércoles, 21 de octubre de 2009

ACEPTAR LA FRAGILIDAD

Pienso en ti (Hilario Camacho)

Qué inútil ponerse el disfraz de cada día,
esconder la ternura, el deseo y la soledad;
salir a la calle ensayando una sonrisa,
saludar a los vecinos cuando llora el corazón,
salvar la piel herida por la cruda realidad.

Qué inútil ponerse el disfraz de cada día,
la máscara de adulto, el gesto de seguridad,
construir castillos de ilusiones y de arena,
marcarse nuevas metas dando vueltas sin parar.
Sentir que falta el aire, huir de la inocencia,
fingir indiferencia cuando quiero gritar.

Pienso en ti, te llamo a ti,
no tengas miedo, hazme sentir.
Dejaría todo por tenerte aquí,
desnudo mi alma cuando pienso en ti.

No quiero ponerme el disfraz de cada día,
jugar a ser perfecto, anular a los demás.
Sé que necesito alguien en quien apoyarme,
prefiero aceptar mi fragilidad,
sentir que la emoción me alcanza,
poder gritar.
Pienso en ti, te llamo a ti,
no tengas miedo, hazme sentir.
Dejaría todo por tenerte aquí,
desnudo mi alma cuando pienso en ti.

....................
No me resulta fácil aceptar que, como el cangrejo ermitaño, sin una coraza postiza no soy nada; que huir de la impostura es mi sello de autenticidad pero, sin embargo, me hace sentir pequeña y vulnerable; que, en el fondo, soy más frágil de lo que quiero reconocer; que, en muchas más ocasiones de las que yo quisiera, el miedo me hace llorar.

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