De repente, siento ganas de que sea primavera, de sentir el sol mientras paseo por la isla pequeña*, de sentarme en una terraza a saborear una copa de helado de tres chocolates de Berthillon mientras escucho a un acordeonista callejero arrancarse por Piazzola, de perderme tras mis gafas oscuras con mi plano y mi cámara de guiri.
Me apetece que se haga de noche, que saquen las mesas a la calle y cenar una baguette de queso con una copa de vino mientras escucho en la mesa de al lado una imaginaria conversación entre Georges Moustaki y cualquiera de sus vecinos.
Se me antoja pasear por Saint Louise en l'Île y perderme en mi pequeño paraíso bohemio.
(*) Isla de Saint Louis, París.
Me apetece que se haga de noche, que saquen las mesas a la calle y cenar una baguette de queso con una copa de vino mientras escucho en la mesa de al lado una imaginaria conversación entre Georges Moustaki y cualquiera de sus vecinos.
Se me antoja pasear por Saint Louise en l'Île y perderme en mi pequeño paraíso bohemio.
(*) Isla de Saint Louis, París.
3 comentarios:
Me apunto a la conversación de Moustaki. Y a la copa de vino.
Pues mira a ver, que los vuelos a París están ahora tirados desde Zaragoza ;)
Un besico, guapa
Muy apetecible, sí, y es que París siempre despierta mi lado bohemio y soñador.
Quiero volver en primavera. Igual nos encontramos, y si veo a Moustaki le pediré que me cante al oído: "Le metec"
Un beso,
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