lunes, 13 de enero de 2014

DE LOS VAIVENES DEL ÁNIMO, DE LO POCO QUE DURAN LOS MOMENTOS BRILLANTES

"Un pasado roto no es nada.
Al final te das cuenta de que nunca estuvo entero del todo."
(Manolo García)

De repente, un día te levantas saludando al desarraigo con la misma familiaridad que a alguien que nunca se ha marchado de tu lado. Entonces vuelven esas tardes en las que lloras abrazada a un muñeco de trapo, en las que echas a andar hasta agotarte, en las que apuntalas tu alma mientras recolocas con cuidado las piezas que se han movido de su sitio tras el seísmo.

Pero el dolor en el pecho te recuerda que, al menos, no has dejado de respirar.

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