Mantengo la cabeza ocupada en proyectos que no me acaban de ilusionar sólo para huir de un vacío que asusta. Mientras, me pierdo entre textos jurídico-administrativos cuando en el fondo desearía estar haciendo cualquier otra cosa.
Entonces me levanto y me pongo a limpiar, a cambiar las cosas de sitio o a ejercer de cocinillas porque siento que, teniendo las manos ocupadas, las ideas se van recolocando de forma que pueda verlas a todas.
Me engaño pensando en que cuando me examine volveré a disponer de mi tiempo, retomaré todas las aficiones que ahora tengo relegadas y seré de nuevo la de siempre, pero la realidad es que otra vez empezaré a buscar excusas vanas para no darme de frente contra el vacío.
Entonces me levanto y me pongo a limpiar, a cambiar las cosas de sitio o a ejercer de cocinillas porque siento que, teniendo las manos ocupadas, las ideas se van recolocando de forma que pueda verlas a todas.
Me engaño pensando en que cuando me examine volveré a disponer de mi tiempo, retomaré todas las aficiones que ahora tengo relegadas y seré de nuevo la de siempre, pero la realidad es que otra vez empezaré a buscar excusas vanas para no darme de frente contra el vacío.
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