viernes, 29 de octubre de 2010

LO SIENTO LLORAR Y NO SÉ QUÉ DECIRLE

Sólo han pasado dos días y los sentimientos, aún tan calientes, le queman tanto que aún no puede llamarlos recuerdos, pero yo no sé qué decirle.

No puedo decirle que su dolor es el mío porque yo no soy él, ni puedo decirle que la vida sigue porque los dos sabemos como acaba. No puedo consolarlo porque no tengo en mis manos lo que él desearía más que nada en el mundo, ni puedo preguntarle qué tal está porque si sé que en estas circunstancias no se está bien, ¿para qué coño hacer preguntas estúpidas?

Sólo puedo escucharle cuando recita poemas, sonreír cuando me enseña fotos y esconder las lágrimas que asoman cuando lo siento llorar y no sé qué decirle.

domingo, 24 de octubre de 2010

¿BOHEMIA O SIMPLEMENTE CAÓTICA?

Fotógrafa: Frantic (Zaragoza, octubre 2010)

Si es cierto el estereotipo de que las personas que escribimos somos de lo más desordenado, está claro que yo doy el perfil correcto.

No pretendo justificarme ni echarle la culpa a la falta de un cuarto propio para escribir pero me resulta imposible mantener el orden en un espacio tan pequeño cuando tengo que compartirlo con mi hijo y, además, en él voy dejando todo lo que es susceptible de ser utilizado en un momento dado: papel de notas, bolígrafos, libros de consulta, el libro que esté leyendo en ese momento, objetos que pueden servirme de inspiración, el teléfono... Teniendo en cuenta que además soy de esas personas que comen delante del ordenador, tengo que dejar además sitio para la bandeja de la comida, con lo que a veces debo hacer auténticos malabarismos mientras escribo o navego por internet.

No obstante, debo reconocer que este es mi lugar favorito dentro de casa, el espacio en el que me encuentro con mi yo más auténtico y aunque sigo soñando con tener una habitación propia con estanterías llenas de libros, una mesa grande con cajones, un equipo de música y un amplio ventanal con vistas al mar, no dejo de disfrutar de mi condición de aprendiz de bohemia en mi pequeño y caótico rincón.

jueves, 21 de octubre de 2010

NIÑA FELIZ

Fotografa: Frantic (Zaragoza, octubre 2010)

En junio de 2008 escribí Alfombras mágicas, dedicado a mis hij@s y haciendo un homenaje a esa niñez añorada, pero sigo convencida de que no es tan difícil volver a ese estado de feliz inocencia.

Cuando me diagnosticaron el segundo cáncer, creé dos personajes a modo de alter ego que me ayudaron mucho a la hora de superar los malos momentos: Nanita, una niña encantadora que se había puesto malita y que era la sobrina favorita de la tita Encarna, la típica tía soltera alegre y de gran corazón. Cuando pasaba un día malo por culpa de los tratamientos, ahí estaba la tita Encarna con sus mimos y sus palabras de ánimo y Nanita no tenía nada más que pedir lo que le apeteciera y dejarse querer.

Ha pasado ya mucho tiempo de eso pero, aunque tita Encarna se murió de viejecita, Nanita sigue conmigo y, cuando me ve más agobiada por "cosas de mayores", me tira de la manga para que le compre galletas de chocolate, saquemos su colección de pipos, escuchemos el disco de Miliki o guarreemos folios con lápices de colores. Entonces me doy cuenta de que, a veces, rebuscando en la inocencia de antaño encuentro las mejores respuestas.

martes, 19 de octubre de 2010

POR HOY Y POR SIEMPRE


Por las que hemos sobrevivido, por las que siguen luchando, por las que se quedaron en el camino. Por hoy y por siempre, por ellas, por vosotras.

lunes, 18 de octubre de 2010

¿QUIÉN DIJO ABURRIMIENTO?

Fotógrafa: Frantic (Zaragoza, octubre 2010)


Si hay algo de lo que mi madre se ha sentido siempre orgullosa es de la afición a la lectura que compartimos toda la familia. De hecho, disfrutaba mucho las tardes en las que todos los hermanos y hermanas nos sentábamos con nuestros respectivos libros o tebeos y le dejábamos un rato de respiro.

Ahora, a mis cuarenta y cinco años y pese a mi presbicia y la menor cantidad de tiempo disponible, sigo conservando esa pasión por la lectura. Siempre tengo un libro en la mochila y en el tercer cajón de la mesa de mi despacho. Soy la chica que en los autobuses abarrotados va haciendo equilibrios para sujetarse a la barra mientras va leyendo, la que nunca se altera cuando la fila no avanza o el médico se retrasa, la que en el tren da las buenas tardes al llegar a su asiento antes de desaparecer entre unas páginas escritas, la que vuelve de los encuentros nacionales de Bookcrossing más cargada de lo que se ha ido, la que nunca ve menguar su pila de libros pendientes de leer y la que pone la misma cara de extrañeza cuando le nombran a una tal Carmen Lomana que la que le ponen a ella cuando cita a Cornelius Castoriadis, a Haruki Murakami o a Susana Guzner.

Gracias a la lectura, he acortado muchos viajes y noches de insomnio, he visitado lugares maravillosos sin moverme del sofá, he aprendido cosas que me han recordado que nunca se llega a saber todo y, sobre todo, he compartido veladas y tertulias fantásticas con personas estupendas.

Ahora que mis vacaciones se van terminando, el mejor consuelo que me queda es que cuando vuelva del trabajo, encontraré todos esos libros esperando con ilusión ser leídos en cuanto encuentre un mínimo hueco entre mis obligaciones cotidianas.

Permitidme que os cuente un secreto para acabar: hace más de un año, decidí tirar el televisor y aún hay quien me mira raro porque piensa que debo aburrirme un montón y que estoy desconectada del mundo. Después de ver la foto de arriba y de todo lo que os he contado, ¿lo créeis también vosotr@s?

sábado, 16 de octubre de 2010

COMIENZO DE CURSO

Nunca he sido una mujer hábil para los negocios, prueba de ello es el mal resultado que me ha dado cambiar el catarro de estos días atrás por la lumbalgia de hoy; sin embargo, siempre he sabido sacar partido de los días chungos y ahora, una vez que he vuelto de Santander y nos hemos comido todos los dulces que compré allí, que se me ha pasado la resaca del Reencuentruco y que estoy a punto de terminar mis vacaciones, se me ocurre que es un buen día para pasar revista a todos los sueños que tengo para este nuevo curso.

Ya que no puedo cambiar de trabajo, al menos de forma inmediata, tengo un montón de ideas para poder olvidarme de él hasta las próximas vacaciones.

  • Estoy en el ecuador del Laboratorio Literario de Susana Guzner, gracias al cual estoy aprendiendo mucho y por el que estoy escribiendo mi primer relato "de verdad".
  • Es buen momento para empezar a tomarme en serio la escritura.
  • El martes participaré con la AECC en el Día Mundial contra el Cáncer de Mama.
  • Este miércoles comenzaré un taller de creatividad en la misma asociación.
  • Voy a hacer reseñas literarias para Anika entre libros.
  • Volveré a las sesiones de la Filmoteca y de Cinefilias.
  • Intentaré hacer menguar mi pila de libros pendientes de leer.
  • Empezaré a meter caña a la informática con vistas a unas futuras oposiciones a la Administración del Estado.
Espero que no me dé la misma pereza de todos los años y los proyectos no se queden sólo en eso, pero si consigo realizar la mitad de los objetivos propuestos, me daré por satisfecha.

Ya os iré contando.