Estrategias del deseo (Cristina Peri Rossi)
Las palabras nodecir la verdad
la verdad no es decible
la verdad no es lenguaje hablado
la verdad no es un dicho
la verdad no es un relato
en el diván del psicoanalista
o en las páginas de un libro.
Considera, pues, todo lo que hemos hablado tú y yo
en noches en vela
en apasionadas tardes de café
-London, Astoria, Arlequín-
sólo como seducción
en el mismo lugar que las medias negras
y el liguero de encaje:
estrategias del deseo.
domingo, 21 de marzo de 2010
jueves, 18 de marzo de 2010
BACK TO LIFE, BACK TO REALITY
Ya me voy encontrando mejor y supongo que pronto me darán el alta por lo que tendré que irme planteando la vuelta a la vida real y, aunque, en el fondo, extraño esa normalidad, siento una especie de vértigo porque no sé como va a ser ese regreso.
Tendré menos tiempo para leer, escribir, navegar por internet y hacer un montón de cosas que me gustan, pero también tendré menos tiempo para darle vueltas al tarro. Tendré que volver al trabajo, que ha sido el origen de la ansiedad de estos últimos meses, pero será una nueva oportunidad de probar mis habilidades. Tendré que tomarme en serio mis obligaciones cotidianas pero podré hacerlo desde una nueva perspectiva. Tendré que dejar de compadecerme de mí misma pero podré poner en práctica todo lo que he aprendido en este tiempo. Tendré que volver a tratar con personas que no soporto pero me podré seguir apoyando en las personas que me quieren y que siguen a mi lado. Tendré que superar el miedo y la angustia pero me sentiré mejor cuando lo haya logrado.
Es mi vuelta a la realidad y la deseo tanto como la temo.
Tendré menos tiempo para leer, escribir, navegar por internet y hacer un montón de cosas que me gustan, pero también tendré menos tiempo para darle vueltas al tarro. Tendré que volver al trabajo, que ha sido el origen de la ansiedad de estos últimos meses, pero será una nueva oportunidad de probar mis habilidades. Tendré que tomarme en serio mis obligaciones cotidianas pero podré hacerlo desde una nueva perspectiva. Tendré que dejar de compadecerme de mí misma pero podré poner en práctica todo lo que he aprendido en este tiempo. Tendré que volver a tratar con personas que no soporto pero me podré seguir apoyando en las personas que me quieren y que siguen a mi lado. Tendré que superar el miedo y la angustia pero me sentiré mejor cuando lo haya logrado.
Es mi vuelta a la realidad y la deseo tanto como la temo.
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Comeduras de tarro y cuelgues varios
martes, 9 de marzo de 2010
LO ANCHO DEL EMBUDO
Recordaba ahora mismo a una antigua compañera de trabajo que, resentida porque hacía años que su marido la había cambiado por otra más joven, se pasaba el día echando pestes sobre los hombres en general y presumía de un hembrismo que, incluso a mí que soy feminista declarada, me parecía sonrojante. Pero lo más chocante es que esta mujer era la misma que se quejaba de que, cuando viajaba, ningún hombre desconocido le ayudase a llevar las maletas, y afirmaba que siempre había que buscar un hombre que tuviese más dinero que una misma para que nos pudiesen comprar cosas y llevarnos a cenar a sitios caros.
Tampoco se me hace extraño oír, tanto a hombres como a mujeres, que, "con todo ese rollo de la igualdad", se han perdido detalles como que los hombres nos compren flores o nos cedan el asiento, ni que, cada vez que una compañera de trabajo necesita ayuda para mover algo pesado llame siempre a un hombre.
Sin embargo, yo decidí vivir la igualdad como lo que realmente es: considerar las cualidades y el potencial de las personas con independencia de su sexo y ése es el motivo por el que no pido ayuda a un hombre sólo porque sea un hombre ni le doy la razón a una mujer sólo porque sea una mujer.
Si no sé hacer algo, pregunto y aprendo; si me apetece cenar fuera o tengo algún capricho, me lo pago de mi bolsillo que para eso gano un buen sueldo y, para cuando viajo, tengo una hermosa maleta con ruedas.
No sé si con mi actitud me estoy perdiendo algo bueno, pero la sensación de libertad que me da el poder actuar por mí misma vale demasiado como para intentar salir de dudas.
Por cierto, al señor de la viñeta yo le contestaría: las mujeres deberíamos cobrar más por todo lo que nos tenemos que gastar para mantener un físico que os haga querer comprarnos flores.
Tampoco se me hace extraño oír, tanto a hombres como a mujeres, que, "con todo ese rollo de la igualdad", se han perdido detalles como que los hombres nos compren flores o nos cedan el asiento, ni que, cada vez que una compañera de trabajo necesita ayuda para mover algo pesado llame siempre a un hombre.
Sin embargo, yo decidí vivir la igualdad como lo que realmente es: considerar las cualidades y el potencial de las personas con independencia de su sexo y ése es el motivo por el que no pido ayuda a un hombre sólo porque sea un hombre ni le doy la razón a una mujer sólo porque sea una mujer.
Si no sé hacer algo, pregunto y aprendo; si me apetece cenar fuera o tengo algún capricho, me lo pago de mi bolsillo que para eso gano un buen sueldo y, para cuando viajo, tengo una hermosa maleta con ruedas.
No sé si con mi actitud me estoy perdiendo algo bueno, pero la sensación de libertad que me da el poder actuar por mí misma vale demasiado como para intentar salir de dudas.
Por cierto, al señor de la viñeta yo le contestaría: las mujeres deberíamos cobrar más por todo lo que nos tenemos que gastar para mantener un físico que os haga querer comprarnos flores.
sábado, 6 de marzo de 2010
¿LO VEIS?
"Si fuera homosexual lo diría tranquilamente, pero vamos, teniendo estos bellezones como tú delante es imposible ser homosexual".
(José María Gutiérrez "Guti", centrocampista del Real Madrid)
...............No sé si este chico entiende pero, por lo menos, me entiende a mí. Habiendo tantos bellezones de cuerpo y espíritu, ¿cómo podría yo ser heterosexual?
En todo caso, cuán afortunados deberían sentirse muchos hombres de que la orientación sexual no sea algo voluntariamente elegible. Creo que , para muchas mujeres, conocerlos y cruzar corriendo hacia la acera de enfrente sería todo uno.
En todo caso, cuán afortunados deberían sentirse muchos hombres de que la orientación sexual no sea algo voluntariamente elegible. Creo que , para muchas mujeres, conocerlos y cruzar corriendo hacia la acera de enfrente sería todo uno.
jueves, 4 de marzo de 2010
CONVALECENCIA
Hoy hace cuatro meses que estoy de baja y me siento como si me hubiera pasado un camión por encima. No es sólo cansancio físico, es fatiga mental y emocional.
He tenido que realizar un duro trabajo, durante todo este tiempo, para poderme levantar y volver a recuperar mi esencia, y lo he hecho como estoy acostumbrada a hacer todo: a pecho descubierto, sin muletas, sin anestesia...
He vagado durante noches insomnes, me he permitido llorar cuando el dolor ha sido insoportable, he buscado respuestas en la música y en los libros, he escrito poemas y relatos para sublimar los sentimientos más tristes, he practicado el sano ejercicio de la paciencia, me he tirado del pelo para poder levantarme de la cama cada mañana, me he enfrentado al espejo con lágrimas en los ojos hasta que he aprendido a reconocer los ojos de la que siempre fui, he luchado contra el miedo atroz a perder la lucidez, he tenido que estar poniéndome y quitándome la sonrisa cuando alguien a mi lado sufría más que yo, me he desafiado a aprender cosas nuevas y ahora estoy tan cansada...
Ya ha pasado lo peor pero, ahora, estoy agotada. Sólo quiero descansar.
He tenido que realizar un duro trabajo, durante todo este tiempo, para poderme levantar y volver a recuperar mi esencia, y lo he hecho como estoy acostumbrada a hacer todo: a pecho descubierto, sin muletas, sin anestesia...
He vagado durante noches insomnes, me he permitido llorar cuando el dolor ha sido insoportable, he buscado respuestas en la música y en los libros, he escrito poemas y relatos para sublimar los sentimientos más tristes, he practicado el sano ejercicio de la paciencia, me he tirado del pelo para poder levantarme de la cama cada mañana, me he enfrentado al espejo con lágrimas en los ojos hasta que he aprendido a reconocer los ojos de la que siempre fui, he luchado contra el miedo atroz a perder la lucidez, he tenido que estar poniéndome y quitándome la sonrisa cuando alguien a mi lado sufría más que yo, me he desafiado a aprender cosas nuevas y ahora estoy tan cansada...
Ya ha pasado lo peor pero, ahora, estoy agotada. Sólo quiero descansar.
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