Ofrecerá la conferencia' El lugar intelectual del Romancero Gitano'
El profesor que llamó fascista a Lorca, invitado por la Universidad de Granada
ELPLURAL/ANDALUCÍA
La Universidad de Granada (UGR) ha invitado a José Antonio Fortes, el profesor que llevó a Luis García Montero a juicio y que considera en sus clases y en sus textos a Federico García Lorca un fascista, a dar una conferencia sobre el poeta bajo el título 'El lugar intelectual del Romancero Gitano'. La Cátedra García Lorca, es la que ha organizado la intervención de Fortes el próximo 22 de abril en un Colegio Mayor granadino. Este hecho ha recibido protestas de algunos catedráticos de la universidad granadina.
En concreto hasta la universidad han llegado mensajes y cartas de algunos profesores en las que muestran su clara disconformidad con el acto, que creen una provocación, y advierten de que la imagen que puede dar la Universidad al respecto puede ser nefasta. A Fortes se le hace responsable de la marcha de la universidad de García Montero, como consecuencia del enfrentamiento entre ambos y que terminó en denuncia ante los juzgados puesta por Fortes. Tras ser condenado García Montero, éste decidió abandonar la docencia en Granada.
Montero se fue de la Universidad
Montero declaró que no le apetecía “en absoluto trabajar en esas condiciones, cuando de pronto llamarle perturbado a un profesor que dice esas cosas -que Federico Lorca era un fascista o que Ayala había sido un aliado del régimen- puede ser considerado injuria grave". En el juicio -foto a la salida de García Montero- ex alumnos señalaron que Fortes afirmaba en sus clases que la obra lorquiana "sostenía la ideología fascista".
Artículo de García Montero
Luis García Montero, denunció los continuos ataques de Fortes y su constante fijación con la tendencia fascista de Lorca a través de una columna publicada en el diario El País el 14 de octubre de 2006. Ello motivó su enjuiciamiento por denuncia de Fortes. Celebrado el juico, García Montero fue condenado al pago de una multa de 1.800 euros e indemnización de 3.000 euros al profesor Fortes. El poeta granadino no recurrió la sentencia “para no alargar judicialmente el tema”. Sin embargo, la decisión le afectó tanto que dejó la Universidad para buscarse “otro tipo de vida”.
Lorca exaltador de fascismo
En días previos al juicio se hicieron además públicos algunos de los artículos que Fortesha dedicado al autor de 'Yerma' o 'La casa de Bernarda Alba', "a quien fusilaron los católicos en armas", y que "exalta", según el profesor, la ideología fascista. Como ejemplo, en La Jiribilla, revista digital de la cultura cubana, en enero de 2005, Fortes alude que en los textos de Lorca se hace exaltación de la "ideología" de la madre, de la sangre, de la tierra, del alma del pueblo, de la raza, de la familia, la patriarcal autoritaria, la del matrimonio, la tradicionalista, la de la violencia, la de la fuerza, "y cuantas demás estrategias e ideologías subsidiarias a cuya sombra y fantasmagoría se pudieran desarrollar, como por ejemplo a la sombra y fantasmagoría de la ideología de la Norma y el Estilo, de la ideología de la dialéctica de los puños y las pistolas, de la ideología de la Cruzada de Salvación, etc".
“Intelectual burgués”
El polémico profesor Fortes mantiene que "En el bando republicano, la unidad de acción del frente populismo defiende una única, grande y libre república burguesa: a estos objetivos se presta, bajo la dirección del Partido Comunista de España, la confusión que hace difundir como poesía del pueblo y del pueblo en armas (por ejemplo) los romances del 'Romancero gitano', cuya autoría sufragaba el intelectual orgánico burgués en funciones de poeta neopopulista, Federico García Lorca, a quien acababan de fusilar los católicos en armas y no, antes al contrario, los fascistas, las milicias y jerarquía fascistas, compañeros todos sin embargo de filas contrarrevolucionarias".
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Como escritora, no sé qué tipo de figura retórica constituye este hecho. De un profesor que, en sus clases afirma que García Lorca era fascista no puede esperarse sino una conferencia sectaria y mediatizada que, de ninguna manera, puede ser aplaudida desde el punto de vista académico.
No es menos cierto que dicha invitación pueda considerarse como un gesto en pro de la pluralidad y la libertad de expresión, pero no deja de ser paradójico -¿o debería decir sarcástico?- que dicha libertad sea unidireccional; que pueda hablarse con total impunidad de quien sabemos que no nos va a denunciar y, sin embargo, tengamos todo el derecho a rasgarnos las vestiduras cuando alguien se permita criticar lo que hemos dicho.
Creo que a mí tampoco me apetecería trabajar en esas condiciones.