domingo, 8 de marzo de 2009

DE CONCILIÁBULOS CONCILIATORIOS

Como siempre, cada vez que se acerca una fecha señalada, todo el mundo se siente el más concienciado y el más reivindicativo, como si el resto del año no se diagnosticaran más casos de cáncer, los fibromiálgicos no tuviesen dolores, los pobre no pasaran hambre, los LGBT no fuésemos el blanco de ciertas fobias y las mujeres no sufriésemos los efectos de un sistema insistentemente patriarcal.

Y el ocho de marzo, Día de la Mujer Trabajadora, que yo celebro como está mandado, es decir, trabajando, no es una excepción. A todos los políticos se les llena la boca de prometer igualdad por un tubo, de reclamar medidas conciliatorias y de anunciar soluciones protectoras y paternalistas.

Por supuesto que estoy a favor de la plena conciliación laboral y familiar pero cada vez estoy más convencida de que todo se está quedando en papel mojado porque no basta con un cambio en las leyes sino en un montón de cambios en la mentalidad.

Queremos más tiempo para pasarlo con nuestros hijos y que ese tiempo sea de calidad, pero también nos encanta poder llevarles al cine un domingo, y hacer la compra semanal un sábado por la tarde. ¿Qué pasa con los empleados del cine y las cajeras del hiper? ¿Acaso no tienen derecho a pasar el fin de semana con sus hijos?

Queremos que los hombres también se involucren en el cuidado y educación de los hijos, pero, en la mayoría de los casos, sigue siendo la mujer la que falta al trabajo para quedarse con un hijo enfermo o la que pide horas para llevarlo al médico. Cuando es un hombre quien lo hace, casi siempre se le pregunta "¿y tú mujer...?"

Queremos que los hombres se involucren en el mantenimiento de una casa pero aún hay mujeres la mar de contentas porque sus maridos "les ayudan". También hay mujeres que no trabajan porque "el trabajo de casa ya es un trabajo bastante digno"; casualmente, son las mismas que cuando el marido se muere o las cambia por dos de veinticinco piden ayuda porque se consideran un colectivo marginado.

Exigimos respeto pero aún hay mujeres que dicen que para levantarse la moral se pasean por delante de una obra para que los albañiles les digan algo. Y en vez de suprimir los concursos de misses, nos encasquetan concursos de misters por "eso de la igualdad".


Vamos de independientes pero, en Zaragoza, aún hay muchas mujeres que salen a hacer el moñas el día de Santa Águeda porque "es el único día del año en que pueden salir a divertirse".

Sí, ya sé, me vais a decir que yo también soy oportunista por colgar esto el 8 de marzo.

Pues sí, tenéis razón.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues a mi tambien me gusta el comentario

Con el dia del VIH pasa igualito, igualito

Por cierto por si te interesa: acabo de colgar en blog un articulo sobre el impacto psicologico en el vih

Buenas noches

María dijo...

Gracias por educarme, Frantic (y lo que me queda por aprender).