sábado, 27 de febrero de 2016

SEÑALES

Hay días en que me levanto con una sensación de desasosiego, noto un cansancio infinito y, de repente, me da por recordar antiguas decepciones. Antes, me preocupaba hasta el punto de cuestionarme mi salud mental. Ahora, después de tantas caídas, he aprendido que estos estados de zozobra sólo son señales de que estoy bajando la guardia ante quien debo mantenerme siempre alerta, de que en algún momento he vuelto a meterme en una senda equivocada, de que estoy cediendo a la tentación de dejarme ir. Entonces, obedezco al impulso irreprimible de salir huyendo y echo a caminar, me pongo metas lejanas, elijo senderos llenos de luz donde poder recrearme en la belleza del paisaje y todas las piezas vuelven a encajar en un equilibrio casi perfecto.

1 comentario:

Tawaki dijo...

A veces necesitamos de un impulso extra que nos saque de la rutina, y esos sentimientos en teoría negativos, son los que prenden la chispa que nos lleva a superarnos, porque aunque sea huyendo hacia delante, descubriremos nuevos horizontes y experiencias.