Tú no tienes la culpa de su infancia infeliz ni de sus frustraciones no resueltas. No has tenido nada que ver con su mal día en el trabajo. No eres responsable de su salud emocional. No es asunto tuyo si no es capaz de quererse a sí mismo. No es de ti de quien depende su felicidad. Su inseguridad ya venía en el lote.
No dejes que te convenza de lo contrario.
No dejes que te convenza de lo contrario.
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