Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen silencio ni pueden comprarlo.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen piernas que se han olvidado de caminar, como las alas de las gallinas se han olvidado de volar.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que comen basura y pagan por ella como si fuese comida.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen derecho de respirar mierda, como si fuera aire, sin pagar nada por ella.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen más libertad que elegir entre uno y otro canal de televisión.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que viven dramas pasionales con las máquinas.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que son siempre muchos y están siempre solos.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que no saben que son pobres."
(Eduardo Galeano)
Pero olvidaste a tantos pobres, querido Eduardo, que duelen tanto como quienes nunca han tenido nada propio.
Pobres que utilizan su condición para excusar su indignidad creyendo que todo les es debido.
Pobres que buscan la igualdad poniéndose a la altura de los malos.
Pobres que excusan su incultura en su falta de estudios pero que, ahora que tienen acceso a las redes, no aprovechan la oportunidad que se les brinda para cultivarse.
Pobres que dicen sentirse a gusto en la mediocridad mientras envidian la excelencia.
Pobres que esperan que todo les sea dado y perdonado sólo por ser pobres.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que pretenden vivir de la pena y llaman justicia a lo que sólo es caridad.