"Todos somos hijos del vaivén.
Cazador cazado, cálido gemido.
Ventanas abiertas al relente de la noche,
centros de universos, muñecos de resorte."
(Manolo García)
Me vienen a la memoria recuerdos de supervivencia, de vuelta a una casa prestada después de un concierto, de amistades eternas pese a la distancia, de penúltimas cervezas en el barrio de Horta, de ciudades de las que una se enamora para siempre y, volviendo al presente, prefiero quedarme con ese espacio protegido en la frontera desde donde sigo observando, a salvo de todo conflicto, y recordando que venimos del mismo vaivén.