Ahora que ha pasado todo el frenesí de las elecciones y que mi tiempo me pertenece, vuelven las largas tardes de domingo y, hoy, el cuerpo me ha pedido poesía.
Lleno folios con frases sin sentido cuando he perdido el pulso después de tantos meses evitando el peso de una pluma cargada de lágrimas, comparto exilio con Cristina Peri Rossi y depresiones con Alejandra Pizarnik, me dejo envolver por Satie y sus Gnossiennes para terminar escuchando los gritos de auxilio de palabras que comienzan a ahogarse.
Ahora toca sumergirse, amarrada a versos ajenos, en misión de salvamento.
Lleno folios con frases sin sentido cuando he perdido el pulso después de tantos meses evitando el peso de una pluma cargada de lágrimas, comparto exilio con Cristina Peri Rossi y depresiones con Alejandra Pizarnik, me dejo envolver por Satie y sus Gnossiennes para terminar escuchando los gritos de auxilio de palabras que comienzan a ahogarse.
Ahora toca sumergirse, amarrada a versos ajenos, en misión de salvamento.