"Las conversaciones. Usted puede, si quiere, contar anécdotas. Para ello, hay muchos medios de hacerse con un selecto repertorio. Si no encuentra nada que decir, puede encender un cigarrillo. Hay quienes recurren al alcohol, otros a las drogas. Es necesario poseer una magnífica memoria. Ante todo, lo que usted cuente debe interesar al oyente, porque de otra manera, no habría conversación. Evite los silencios prolongados. Pero ¿qué gran conversador no ha tropezado alguna vez con un silencio prolongado?"
(Leopoldo María Panero)....................................
¿Será por eso que últimamente me he quedado sin palabras? Quizás es porque ya se me han terminado los temas de conversación, que ya no encuentro temas interesantes de que hablar, que ya me canso de hablar de lo mismo....
Quizás será que necesito volver a llenar mis alforjas.
Me voy una semana de vacaciones; tal vez encuentre ese algo sagrado que me divierta y que me apetezca contar a la vuelta.