domingo, 6 de enero de 2013

FIN DEL SIMULACRO

He pasado de puntillas sobre estos días que todo el mundo presume intensos; no tengo propósitos de año nuevo sino proyectos tangibles; no he hecho nada que sea diferente a lo que hago normalmente salvo cenar huevos fritos con patatas para Nochebuena; no he hecho ni recibido regalos de Reyes, ni siquiera he comido roscón; no sufro ahora de resaca post-navideña ni me asusta la cuesta de enero y mi único pensamiento de hoy está dedicado a la tarta de chocolate que me voy a zampar mañana por mi cumpleaños.

1 comentario:

Alfonso Saborido dijo...

Yo cada vez actúo menos. Sólo una tarta de roscón para mi padre. Y ya está. La vida sigue, hagamos lo que hagamos, de la misma manera.