Ese partido que ayer estuvo por primera vez en la manifestación del Orgullo LGTB+ es el mismo partido que, tanto en el Congreso como en el Senado, votó en contra del matrimonio igualitario allá en 2005; el mismo que sancionó a María Pía Sánchez y a Celia Villalobos por desobedecer la disciplina de partido en dicha votación; el mismo que, una vez aprobado dicho matrimonio igualitario, presentó un recurso de inconstitucionalidad que insistió en no retirar pese a que mucha de su militancia hizo uso de ese derecho, y que no fue resuelto favorablemente hasta siete años después. Es también el mismo partido, bajo cuyo gobierno no se ha retransmitido por RTVE el World Pride 2017 con la burda excusa de que no tiene ningún interés general, y cuyo delegado del gobierno en Murcia autorizó hace unos días una marcha neonazi en el mismo lugar y hora que la manifestación del Orgullo LGTB+. Sin embargo, y después de todo esto, sus simpatizantes acusan de intransigencia al colectivo LGTB+ por no tragar con semejante hipocresía.
El movimiento se demuestra andando y el perdón se gana pidiéndolo y demostrando que se merece mediante pruebas más contundentes que una simple foto en un día señalado. Mientras no llegue ese acto de contrición así como las pruebas que lo sustenten, todo pinkwashing pepero me sobra totalmente.
El movimiento se demuestra andando y el perdón se gana pidiéndolo y demostrando que se merece mediante pruebas más contundentes que una simple foto en un día señalado. Mientras no llegue ese acto de contrición así como las pruebas que lo sustenten, todo pinkwashing pepero me sobra totalmente.
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